Me gusta.
Perder el control nunca fue tan emocionante.
Al contrario de lo que pensaba.
Me encanta.
No sigue las típicas reglas.
No conduce por el mismo canal.
No es común.
Lo deseo.
Cada momento que pasa, cada diferencia que marca y cada pequeño grito contrariado me convence más aun.
Puedo cuestionarlo y molestarme, lo que lo hace solo lo hace más interesante.
Mientras la mayoría sigue la linea, esta traza figuras distintas.
Es como el fuego, tengo tantas posibilidades de quemarme, como de jugar con él saliendo ilesa.
Creo que el riesgo es lo que mantiene vivo el interés.
Algo muy contrario, su parte sustituta, tan diferentes entre si y tan similares.
No quiero que pierda la emoción, siempre termina ahí, cuando la emoción muere.
Las promesas pasadas no tienen nada que ver con estos efectos.
Sentimientos encontrados y similitudes de situaciones es lo que más me gusta.
No puedo dejar de decir que me gusta, pero tampoco que no odio la situación.
¿En serio el masoquismo puede alcanzar niveles tan elevados?
Es como cuando te dicen que algo es imposible y lo intentas, falla.
Lo intentas y falla de nuevo.
Lo vuelves a intentar una vez más y fallas de nuevo.
Errores tras errores.
Hasta que te cansas.
No lo vuelves a hacer.
Luego de un tiempo... Lo intentas de nuevo y se repite la historia.
Brindemos por ti, por mi y hasta por ellos.
El control debe perderse para que sea interesante.
La lucha por intentar tomar el volante del destino y encarrilarlo de nuevo, es la más fuerte.
Aun más si es una lucha contigo mismo.
Debería hacer unos cambios, sin embargo, que mi corazón se acelere ante el peligro es lo que me mantiene despierta y viva.
Por eso creo que cometo los mismos errores.
Por eso creo que voy muy rápido.
Por eso siempre me estrello.
Por eso mismo no hay control moderado en este momento.
Los errores cometidos varias veces aún en situaciones similares e iguales no son los mismos.
Debo estar consciente.
Debes estar consciente en lo que te estas metiendo.
Vamos, toma el control y termina esta fase de inestabilidad.
Solo es un consejo.
Solo es una acción.
Solo son unas palabras.
Versos en papel nunca pronunciados por algún alma perdida con la suficiente fuerza como para gritarlo.
Vive.
Antes de que todo vuelva a su estado "normal" se debe chocar y hacerse daño.
"La vida puede que no sea vida, puede que no sea la primera y tal vez puede ser la última, pero igual debes vivirla sin desfreno, con vitalidad y optimismo".
