Despierto.
Ambiente oscuro.
Los opuestos tienen más valor en las diferencias, que en las similitudes. Todo depende de la equivalencia entre parámetros.
¿Donde esta la luz?
Asi mismo, se podria hablar del concepto de perspectiva debido a que solo varias ciertos parametros o puntos de vista, dejando otros de manera fija y observando el cambio o comportamiento de ellos.
¿Qué es la luz?
Un sonido rompe el silencio y la oscuridad.
Veo una tormenta electrica en los cielos.
Los destellos de energia, de un momento a otro, cubren el horizonte.
Tengo miedo.
Aunque el pensamiento se incline hacia un lado de la balanza, la medición depende de la escala.
Me percato de las rejas metálicas a mi alrededor.
Estoy atrapada.
Necesito encontrar una salida.
La tormenta empeora.
La celda hace su trabajo, desvía las descargas que caen del cielo, hasta el suelo.
Atrapada.
Paginas rotas, marcadores desgastados, pinceles doblados y cera color carmín.
Estoy condenada, al igual que una abeja.
Ellas simplemente siguen su camino, sin importar quien se atraviese en él.
Hasta que aparece un ser, una amenaza.
Quizás no lo sea como tal, tal vez el mismo ser, se siente amenazado con mi presencia.
Líneas delgadas entrelazadas unas con otras, son cadenas de varios eslabones unidos y desordenados.
La abeja posee un aguijón como medio de defensa, el cual irónicamente es su condena.
Cadenas desordenadas presionando mis muñecas.
Una vez lo utiliza no hay vuelta atrás, la amenaza recibe un daño, pero ella construye su lecho de muerte.
Aunque genera dolor, se causa más daño a si misma.
Eso ocurre conmigo, solo que en vez de muerte, me clavo estacas en el pecho.
Muchos podrían llamarlo karma.
¿Cómo explicar esta situación, sin el karma?
La tormenta se marcha.
Me intento quitar las cadenas.
La oscuridad vuelve a reinar y el silencio la acompaña a su derecha.
Estudio mi situación y un deja vu me apaga la imaginación.
La nostalgia se presenta en forma de neblina y una lagrima desciende por mi mejilla.
No me gusta llorar.
Odio llorar.
Llorar es drenar, vaciar el fondo del tanque desatando una cadena de sentimientos no deseados o evadidos.
Las oraciones sin punto final, me producen ansiedad.
La realidad se presenta como una avalancha que golpea mi rostro.
Despues del desastre, llega la calma pero luego de ella, lo precede uno peor.
Cantidades industriales de agua fria colisionando contra mi falsa realidad de papel.
Sigo sin entender las razones de su ausencia.
La mayoría del tiempo, prefiero ignorar esa parte de la historia.
A veces, me pregunto si le dolerá o tal vez si alguna vez le dolio.
Otras veces, me pregunto ¿Qué esta haciendo?
A veces, rendirse es la mejor opción.
¿Por qué a veces me hace tanta falta?
Unas cuantas veces, pienso, ¿Valió realmente la pena? Pero seguramente no fue asi, de otra forma, no se hubiera desintegrado.
Muchas veces, creo no poder respirar.
Pocas veces, quiero un abrazo y llorar hasta deshidratarme.
Fue intentar reparar una taza rota, juntar todos los fragmentos y unirlos, para luego dejarla caer de nuevo destrozandola.
Odio compartir mis miedos, darlos a conocer es el equivalente a convocarlos.
La ansiedad nunca fue tan intensa.
Uno de mis peores miedos lo hizo realidad y creo que no lo logro superar.
Fuertes emociones que aumentan su intensidad cada segundo y varian cada minuto.
Era el complemento que necesitaba y de un momento a otro desaparecio.
Café amargo acompañado de un cigarrillo, no es la combinación más sana, sin embargo, es buena.
Fue la convergencia de patrones sumados de manera infinita lo que hizo estallar la burbuja donde me encontraba.
Ahora no encuentro la manera de crear una nueva.
¿En qué momento cai al suelo? ¿Por qué estoy abrazando mis piernas?
Mi vista se ha adaptado a la oscuridad, me levanto dispuesta a salir de la celda que una vez más fue mi refugio.
La oscuridad nunca me agrado tanto, me pierdo en ella una vez más.
"De la misma forma que llego, se fue, sin advertencias, sin aviso y en silencio, para mi desgracia".
