¿Tanto te cuesta entenderlo?
¿No sabes leer?
¿No sabes hacer?
¿No sabes actuar?
¿No sabes decidir?
Repetitivo, lo repetitivo
cansa, lo repetitivo predispone, lo repetitivo marea, repetir, repetir y
repetir.
Maldita sea.
Eso es repetido, las
maldiciones.
Que rápido corre un auto
gracias a su motor ¿Que pasa si se queda sin motor?
No funciona, se detiene.
Detente y arregla tu motor.
Echale agua y aceite,
recarga la batería.
Comprale piezas nuevas y
acomodalo.
Eres tú.
Eres tú, repitiendo acciones,
dañando y reparando el motor una y otra vez.
Repetición hasta el
cansancio.
Ciclos que una vez que
empiezan nunca terminan.
Deberías de saberlo, o tal
vez... Aprenderlo.
¡La carrera esta por
comenzar, el más rápido gana, el más lento aprende, solo experiencias extremas
se olvidan!
3, 2, 1 GO!
Piensa mientras corres,
cuidado con los choques.
1, 2, 3, 4, 5… ¿Errores?
¿Choques? ¿Accidentes?
Te cuesta el entendimiento.
Se te dificulta mantener una
decisión.
Te es imposible mantener la
misma acción.
¿Sin arrepentimientos?
¡MENTIRA!
Siempre te arrepentiras de
algo que no tiene remedio. Algo que dañó y fue grave.
Recuerda, el tiempo no
regresa y las equivocaciones las pudiste evitar, pero no, por algo las
cometiste.
Aprende.
Recuerda también aprender de
esas experiencias.
Me pregunto: ¿Por qué haces
que recuerde tantas cosas?
Porque simplemente es
necesario, hay cosas que no se deben olvidar.
El olvido es una
herramienta, esta puede usarse como una espada en un ataque o un escudo al
defenderse.
Usa cada herramienta
necesaria para encontrar una estabilidad en donde las repeticiones sean parte
del ciclo y no el fin y transformación de este.
Aprende y recuerda cada
punto, no del todo, pero si lo esencial.
¿Es tan difícil tomar una decisión estable?
No repitas los resultados,
varia los mismos.