lunes, 25 de junio de 2012

Decide.

¿Tanto te cuesta entenderlo?

¿No sabes leer?

¿No sabes hacer?

¿No sabes actuar?

¿No sabes decidir?

Repetitivo, lo repetitivo cansa, lo repetitivo predispone, lo repetitivo marea, repetir, repetir y repetir.

Maldita sea.

Eso es repetido, las maldiciones.

Que rápido corre un auto gracias a su motor ¿Que pasa si se queda sin motor?

No funciona, se detiene.

Detente y arregla tu motor.

Echale agua y aceite, recarga la batería.

Comprale piezas nuevas y acomodalo.

Eres tú.

Eres tú, repitiendo acciones, dañando y reparando el motor una y otra vez.

Repetición hasta el cansancio.

Ciclos que una vez que empiezan nunca terminan.

Deberías de saberlo, o tal vez... Aprenderlo.

¡La carrera esta por comenzar, el más rápido gana, el más lento aprende, solo experiencias extremas se olvidan!

3, 2, 1 GO!

Piensa mientras corres, cuidado con los choques.

1, 2, 3, 4, 5… ¿Errores? ¿Choques? ¿Accidentes?

Te cuesta el entendimiento.

Se te dificulta mantener una decisión.

Te es imposible mantener la misma acción.

¿Sin arrepentimientos?

¡MENTIRA!

Siempre te arrepentiras de algo que no tiene remedio. Algo que dañó y fue grave.

Recuerda, el tiempo no regresa y las equivocaciones las pudiste evitar, pero no, por algo las cometiste.

Aprende.

Recuerda también aprender de esas experiencias.

Me pregunto: ¿Por qué haces que recuerde tantas cosas?

Porque simplemente es necesario, hay cosas que no se deben olvidar.

El olvido es una herramienta, esta puede usarse como una espada en un ataque o un escudo al defenderse.

Usa cada herramienta necesaria para encontrar una estabilidad en donde las repeticiones sean parte del ciclo y no el fin y transformación de este.

Aprende y recuerda cada punto, no del todo, pero si lo esencial. 

¿Es tan difícil tomar una decisión estable?

No repitas los resultados, varia los mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario