lunes, 30 de septiembre de 2013

Apagón

Aquí estoy de nuevo, en la misma cama.


De nuevo con las mismas preguntas que una vez me dejaron tiradas.


Respuestas escritas en un papel que fue quemado.


Una noche común y un golpe de luz.


Un apagón, tal vez nacional, tal vez personal.


El silencio en las calles, la oscuridad reina esta tierra de nuevo.


Noche fría, noche común, noche sin luz.


Destellos de esperanza, eso me salvara dice una parte de mí.


Violencia y rencor es lo que grita la otra parte.


¿Algo con sentido?


Existen unas ganas de saber volar y correr hasta una tierra lejana habitada por la soledad, solo ella entiende cosas así.


No querer iniciar un ciclo que puede ser perjudicial para tu entorno, para tu equilibrio, sin embargo, lo iniciaste simultánea y espontáneamente.


Irónico para todos.


Una simple etapa que define la vida, de esa etapa no encuentro el inicio.


Hay un desorden naturalmente general que suele presentarse cada vez más seguido.


Pero todo termino, una vez más esta etapa finalizo.


Es hora de nuevas cartas, nuevos trucos, más dinero y apuestas más elevadas.


¿Saben? Solo quiero que el fuego consuma las impurezas y asperezas de estas consecuencias para convertirlas en ventajas.


Oscuridad, mis ojos abiertos están y es lo único que perciben.


Pero cierro los ojos para que automáticamente mil formas y colores se dibujen ante mí.


Ondas, figuras, recuerdos borrosos, sensaciones, triángulos líneas y números aparecen de la nada.


Al ritmo de mis pensamientos ellos vienen y van, bailan un vals.


Pero no es real, el apagón sigue cuando vuelvo a abrir mis ojos, cualquier color se extingue gracias a la ausencia de luz.


Siento el frio hierro en mis muñecas, tengo cadenas.


Estoy atrapada y mi boca tiene un fuerte sabor... Uno extraño, no es menta, tampoco nicotina, es metálico.


La oscuridad me desespera cada vez más, no recuerdo nada.


¿Mi nombre? ¿Cuál es mi maldito nombre?


Tener un nombre no significa tener una identidad, no significa que te conozcan, no significa que seas útil para algo.


Fracasé, eso pasó.


Simplemente cerrare de nuevo los ojos, me entregare a este sueño.


Sueno las cadenas, creo un ritmo y luego golpeo mi sien para caer inconscientemente.


No lo logre, solo hay dolor.


Sigo golpeándome.


Un golpe uno tras otro, sin parar.


Mis manos se llenan de algo viscoso, pierdo mis sentidos lentamente, escucho cosas que no reconozco y caigo completamente al suelo, de nuevo.



"Un día como este sirve para destacar mi egoísmo, este día es mío y antes que me contradigas no me importan tus malditos argumentos".

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