miércoles, 28 de diciembre de 2016

Estadia

Hay cosas que no quiero recordar.


Hay cosas que no recuerdo pero quisiera hacerlo.


Hay recuerdos los cuales no sé si son reales.


¿Qué es lo peor que puede pasar cuando no distingues los sueños de la realidad?


"Intentar ser inmortal ¡Imbecil!"


¿Realmente hay probabilidades de que múltiples situaciones totalmente distintas se asemenjen entre si a partir de puntos de vista bizarros pero validos?


A veces, sentía como lentamente me perdía.


No me importaba.


Quería perderme, quería acabar con mi consciencia.


No sé en que estaba pensando.


(En realidad si lo sé, pero me gusta negarlo, esto eventualmente iba a pasar).


¿Qué pasa si un día despiertas y te das cuenta que ya no estas?


Así de literal como suena.


Eres una versión reversa de lo que solías ser.


Pero no eres tu, no cambiaste, despareciste.


Aunque al mismo tiempo, continuas siendo tu.


Eres una consciencia atrapada en una pequeña jaula, la cual te genera claustrofobia.


De vez en cuando, destellos me hacen pensar que hay esperanza.


Otras veces lo olvido.


La mayoría de las veces lo olvido todo.


Quien soy, como estoy, donde, bajo que condiciones, lo que quiero hacer, debo hacer, quiero decir, pienso, hago, me dicen, memoria, recuerdos y hasta...


¿Donde demonios estoy?


Toda mi memoria esta comprometida.


Un veneno, que en mi cuerpo se siente un veterano.


La memoria es el origen de todo este descontrol.


Siento que esta manipulada, no funciona de la misma manera.


Distintos estímulos y aprendizajes están en su biblioteca.


Es una lucha de poderes, así de sencillo.


Una lucha de consciencias, entre el olvido y el recuerdo de lo que se supone que corresponde a la esencia.


Aquella tan preciada aura que se esta desintegrando a medida que pierdo esta lucha.


Hablar sobre el tema me hace retomar el control.


Supongo que de eso se trata ¿No?


La mente se encarga de imponer las incógnitas, sin embargo, la capacidad de responderlas se le atribuye a ella misma, cuando en realidad son los recuerdos que clasificamos como aprendizaje o conocimiento los que responden, y además, la conexion entre el pensamiento y la comunicación es la verdadera clave para transmitir aquello que se desee expresar.


El concepto más exacto es que no es una cosa, es un conjunto de ellas, las cuales la conforman.


Siempre la pauta esta determinada por una medida.


Se dice que la cuarta dimensión es el tiempo.


Es curioso lo manejable que es el mismo, las otras tres dimensiones anteriores están ahí, pero no pueden cambiar o dejar de ser lo que son de un momento a otro, en cambio, el tiempo si.


Un minuto puede pasar extremadamente rápido.


Un minuto puede ser infernalmente eterno.


Un minuto puede ser desesperante.


Un minuto puede ser decisivo.


Un minuto puede hacer la diferencia.


Un minuto puede ser un sueño.


¿Como distinguir lo correcto?


¿Como puedo vivir con ello?


¿En que clase de juego macabro y sádico me encuentro?


La consciencia es lo único que queda.


Es una noche tan fría como un cubo de hielo.


Tuve un sueño que se enlazo con la realidad, como si realmente existiera alguna conexión.

Soy fiel creyente del poder del pensamiento junto a todo lo que conlleva, recordando que querer no implica poder pero creer implica querer.


Una pirámide de fundamentos claves.


Forma de identificar las prioridades.


¡Que dolorosa y grata sorpresa!


Una vez más, me agradezco a mi misma por lograr el premio a la idiotez del año, junto al titulo de inútil universal y la medalla a la peor persona.


Avalancha de ideas que sepultan todo a su paso.


Tormenta de pensamientos que se entrelazan en el cielo.


Terremoto de inestabilidad que sabotea los planes.


Miles de mis queridas analogías para describir una o varias situaciones al mismo tiempo.


Cuando la brecha que separa los sueños de la realidad es del tamaño de un hilo, el cual puede sufrir perturbaciones, sucede que el individuo experimenta sueños vividos o realidad engañosa.


Todo desvaría, al igual que un mazo de cartas.


Te encuentras sentado en un pendulo oscilante, mirando al horizonte, sin nada que decir o pensar porque pierdes toda esperanza.


Entre tanta desvarianza estoy indagando constantemente, esperando el momento de reencontrarme a mi misma y aprovecharme.


La destrucción nunca dejara de ser un muy buen plan B.


Respirar y fumar, la solución paradójica.


La oscilación en algún momento se detendrá.


Quisiera en ese instante ser (y seguir siendo) yo misma.


"Aun en el ultimo segundo, seguía sin moverme, “Todo podría estar peor” como premio de consolación".

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